Cecil el León
Ha sido una semana dura para los amantes de los animales.
La muerte de Cecil, el león en Zimbabue nos ha tocado profundamente a muchos de nosotros.
Me conmovió la efusión de pesar de personas de todo el mundo, y luché con mis propias reacciones, emociones y pensamientos personales respecto a mi responsabilidad como una comunicadora de animales para responder a este hecho.
Ayer tuve que desconectarme de Facebook y de Internet mientras me ocupaba de mi propio corazón y mi propio proceso con esta tragedia tan pública.
Cuando miré la hermosa, magnífica cara de Cecil, que ha estado en todas partes en Internet los dos últimos días, mi corazón se quebró. Sentí mucha tristeza y dolor, mucha aflicción, mucha vergüenza por el estado colectivo de la humanidad que sigue generando y permitiendo esta clase de violencia contra nuestros compañeros de viaje aquí en esta Tierra.
Todo lo que pude decir fue: “Lo siento. Lo siento mucho, pero mucho.”
No quería escribir este post. No quería responder públicamente. No quería tener nada que ver con la locura de los medios de comunicación, el drama, el frenesí de venganza de la turba vigilante de Internet. Combatir la violencia con la violencia no ayuda nunca. ¿Aún no lo aprendieron?
Hoy comprendí que necesito hablar, escribir, responder. Siento que tengo una responsabilidad como comunicadora de animales y como ser humano para elevar mi voz y compartir mis pensamientos.
Y me comuniqué con Cecil… y comprendí que necesitaba compartir su perspectiva también.
Cuando ocurre un acontecimiento tan público como el asesinato de Cecil, está en nuestra naturaleza humana querer asignar la culpa y buscar una retribución.
Nosotros los humanos no estamos demasiado evolucionados al respecto.
Es más fácil para nosotros encontrar dónde descargar nuestra rabia, indignación, odio y culpa fuera de nosotros mismos que sentir que nuestros corazones se quiebran de pena y compasión y permitir que nuestros corazones rotos nos abran más al amor y a la gracia.
Es duro hacerles lugar a nuestros sentimientos de cólera e incluso odio, y estar presentes con ellos… es más fácil ponerlos “afuera” en otros que decirles sí a ellos y permitirles vivir en nuestros propios corazones, sin reprimirlos ni expresarlos de un modo dañino, sino simplemente estar con ellos.
Es más fácil querer apretar el gatillo en cambio.
La ira es una respuesta saludable a la injusticia. La pena es una respuesta0o saludable a la pena y la pérdida.
Es importante que sintamos todas nuestras emociones… nuestra pena, nuestra indignación, nuestra ira, incluso nuestro odio.
Las emociones son “energía en movimiento.”
Cuando las emociones se mueven, no se atascan.
Pero es importante aprender a trabajar con las emociones de formas saludables, responsables. (Vean el maravilloso trabajo de Karla McLaren para obtener ayuda con esto.) http://karlamclaren.com/
Creo que es tan humano-céntrico creer que todos los animales están aquí para enseñarnos a los humanos y darnos amor incondicional como lo es creer que los animales están aquí para que nosotros los usemos y destruyamos a nuestro antojo.
Ambas ideas son basura.
Los animales son nuestros co-habitantes, nuestros parientes, nuestros hermanos y hermanas aquí en el planeta Tierra.
Sin embargo, encuentro que muchos animales individuales realmente son más conscientes, más inteligentes, más evolucionados y tienen una perspectiva que sobrepasa con creces a nuestra limitada consciencia humana.
Estos animales son nuestros maestros, nuestros líderes evolutivos, nuestros modelos a seguir.
Cecil es uno de esos animales.
Muchas veces siento que transito una línea muy fina como comunicadora profesional de animales.
Pasé muchos años trabajando en rescate animal, defensa animal y activismo animal.
Sigo sintiendo una responsabilidad para ayudar a los animales como defensora con mi voz, mi dinero y mi tiempo.
La razón por la que me apasiona tanto hacer el trabajo que hago es porque creo que al enseñarles a las personas a escuchar y entender a los animales con más claridad, estoy haciendo mi pequeña parte para ayudar a crear un cambio y transformación duraderos en nuestro mundo.
Me repele y horroriza la caza de trofeos, la caza en un área confinada y todo lo que conlleva. No lo entiendo… es materia de mis peores pesadillas. He trabajado toda mi vida para ayudar a los animales, hacer mi parte creando un mundo donde sus vidas sean importantes y se valoren.
Y aún así, también estoy consciente de que, como comunicadora de animales, tengo la responsabilidad de dejar TODOS mis sentimientos personales, creencias y propósitos de lado cuando hablo con los animales.
Mis cosas sencillamente no son relevantes… es mi tarea escuchar y comprender a los animales. Si interpongo y proyecto mis propias creencias, pensamientos y emociones en una comunicación, no me estoy comunicando… estoy promoviendo mis propios fines, ego e ideas.
Así que tuve que esperar un poco y pasar suficiente tiempo procesando mis propias emociones y pensamientos sobre la muerte de Cecil antes de sentir que podía estar lo suficientemente despejada como para pedirle su perspectiva.
Y el hermoso, gran corazón de Cecil, y su sabio y fuerte espíritu me dejaron sin aliento.
Fue entonces que supe que tenía que escribir esto.
Cuando me conecté con Cecil en el mundo espiritual, me abrumó su dignidad, su presencia, su sensibilidad y su conciencia.
Él es un alma de gran profundidad, gran sabiduría y gran benevolencia.
Cecil me mostró su conciencia de su vida y muerte, su propósito tanto en su cuerpo de león así como alma.
No me dio la sensación de venganza, de indignación, de lamentarse, sino más bien una intensa y profunda sensación de paz, aceptación y gran dignidad.
Le pregunté acerca de su experiencia en su vida y también en su muerte.
Sí, sufrió.
Sería irresponsable de mi parte encubrir eso con la palabrería de la nueva era de amor y luz y todo está bien.
En el panorama general, sí, todo está bien.
Sin embargo, la muerte de Cecil fue difícil, fue dolorosa, y aunque su cuerpo fue capaz de blindarse al dolor y al sufrimiento hasta cierto punto, no fue fácil, y sería simplificarlo enormemente decir que todo estuvo bien.
Cecil es consciente de que su muerte es parte de su camino y su mayor evolución como alma.
Esto no quiere decir que “eligió” su muerte o que no involucró sufrimiento.
Aunque ahora se comunica desde su perspectiva en el mundo espiritual, todavía tiene clara su experiencia física en su cuerpo de león.
Cecil amaba su vida de león, su cuerpo de león, su tierra, su hogar y su familia. Siente que tuvo una vida muy buena.
Cecil también estaba muy consciente de los humanos y su misión con las personas que venían pacíficamente a observarlo y apreciarlo.
Todavía tiene la misión de conectarse con los humanos… y lo está haciendo a lo grande.
Cecil ahora transmite un hermoso estado de consciencia, dignidad y paz desde su lugar en el mundo espiritual.
No sufre.
No está conflictuado.
No está estancado o confundido o temeroso o resentido ovengativo o cualquiera de las cosas que podríamos imaginar.
No capto sensación de trauma o conflicto que provenga de él… ha pasado a otro estado de ser.
Cecil aprecia y está conmovido por la efusión de amor y aflicción por él. Está muy conmovido al sentir esta tremenda cantidad de amor de las personas de todo el mundo.
Cecil también nos ofrece su energía y espíritu a todos nosotros. Nos pide que lo sintamos y que permitamos que su corazón, su fortaleza y su sabiduría informen nuestras acciones y nuestras reacciones a su muerte.
Cecil está consciente de que su muerte está abriendo los corazones y la consciencia humana en todo el mundo. Su muerte creó una tremenda energía de amor, compasión y deseo de cambio.
Honrémoslo usando esa energía de la forma más elevada para el bien.
A menudo los animales me muestran, cuando me desespero por el estado de las cosas en nuestro mundo, que ellos sienten que las cosas se están moviendo en la dirección correcta. Hay esperanza. Tal vez no parezca así, pero nuestro mundo SÍ se está volviendo más compasivo, tiene el corazón más abierto, está más despierto y consciente espiritualmente y es más humano.
Creo que hay un plan maestro divino, una inteligencia maestra, en todo en nuestras vidas. Todos nosotros, incluyendo a los animales, tenemos un “plan panorámico” para vivir y morir que está orquestado divinamente según el viaje de nuestra alma, las lecciones que vinimos a aprender aquí, los dones que estamos destinados a compartir.
Esto no nos absuelve de ser responsables de cómo vivimos nuestras vidas. No nos absuelve de hacer elecciones y hacer lo que podamos para crear la clase de mundo en el que deseamos vivir.
Entonces, ¿qué podemos hacer?
Muchas veces nos podemos sentir impotentes ante sucesos como la muerte de Cecil.
He aquí algunas sugerencias:
1. Sigamos siendo testigos compasivos y expresemos nuestro amor y pesar por Cecil, y también por los miembros de su familia leonina. Ellos nos escuchan y nos sienten.
2. Estemos presentes con nuestras emociones y respuestas a la muerte de Cecil. Sintamos plenamente nuestros sentimientos… y seamos conscientes de cómo los expresamos.
3. Usemos cualquier práctica espiritual que resuene con ustedes para ofrecer oraciones y bendiciones para Cecil, su familia y toda vida, y para visualizar y orar por un mundo donde todos los seres puedan vivir en paz y libertad.
4. Pídanle al espíritu de Cecil que los ayude a comprender la perspectiva mayor de su vida y muerte. Él les ofrece esto libremente a todos los que son tocados por él.
5. Si disponen de medios económicos y les parece bien, envíen apoyo a organizaciones que se beneficiarán de los homenajes a Cecil.
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Wildlife Conservation Research Unit: la organización que estudió a Cecil y está comprometida con la conservación de los leones.http://wildcru.org/
6. Aquiétense y pidan orientación sobre qué acciones, si es el caso, deberían tomar. Si son llamados a firmar peticiones, trabajar en defensa de los animales, donar su tiempo, dar dinero u otros recursos, háganlo. Si son llamados a contribuir a través de la oración, la energía de sanación o la meditación, háganlo. Todos somos capaces de hacer algo… y cada uno de nosotros tiene diferentes puntos fuertes para compartir.
7. Busquen formas para que podamos crear un mundo más amoroso, pacífico, sostenible y humano en nuestros propios hogares, familias y comunidades. La paz, la gentileza y la compasión comienzan en nosotros… con nuestros propios pensamientos, nuestros propios corazones… la forma en que tratamos a los que están más cerca de nosotros, cómo tratamos a todos los seres en nuestros hogares, en nuestra tierra y en nuestras comunidades y países.
Juntos, podemos crear un mundo donde todos los seres sean respetados, vistos y valorados. Confíen en que el amor y la bondad son infinitamente más poderosos que el odio, la venganza y la violencia.
El amor es el mayor poder en el Universo. Es el mayor sanador y trasciende todos los límites y fronteras que hemos creado con nuestras propias autolimitaciones. ~ Rama Jyoti Vernon
A mis alumnos de comunicación con animales les recuerdo todo el tiempo que el trabajo que hacemos al aprender a comprender realmente y a conectarnos profundamente con los animales y otras especies no humanas, tiene el poder de cambiar nuestro mundo. Este mundo de escuchar, comprender, abrir y conectar tiene ondas expansivas que se extienden mucho más allá de lo que sabremos jamás.
El amor genera amor.
La bondad genera bondad.
La compasión genera compasión.
Dejemos que la muerte de Cecil abra nuestros corazones, que nos motive a la acción correcta y que nos inspire a buscar más gentileza, más bondad, más amor, en cada área de nuestras vidas.
Namasté, querido Cecil. Gracias por compartir tu vida, tu belleza y tu corazón con nosotros. No te olvidaremos.
www.nancywindheart.com
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